Tras un fin de semana intenso y ajetreado, con talleres adaptados a estas nuevas condiciones, pero que salieron muy bien, os traigo una receta de pollo un poco diferente a la habitual.

El pollo es un poco como el bacalao, hay 1001 recetas de cómo prepararlo, además es muy versátil y permite muchas cosas diferentes.

En esta ocasión probé la versión «teriki», pero un poco adaptada, porque decidí hacer mi propio «teriki» en lugar de usar las salsas que suelen estar disponibles en cualquier supermercado.

Así que esta es una versión de «teraki» adaptada a los ingredientes más sencillos de encontrar y tener en casa.

Ingredientes para 4 personas:

500g de pechuga de pollo

sal al gusto

3 dientes de ajo

1 pieza de jengibre fresco

1 cucharada de postre de jengibre en polvo

1 cucharada de postre de ajo en polvo

50ml de salsa de soja

50ml de vino de Oporto

2 cucharadas de miel o azúcar morena

qb agua

1 cucharada de postre de maicena (maicena)

aceite de sésamo prensado en frío

Preparación:

Cortar el pollo en cubos y sazonar con ajo y jengibre en polvo, un poco de salsa de soja y sal. Mezcle bien y deje reposar. Puedes guardarlo en la nevera durante la noche.

En un bol mezclar unos 25ml de agua con la maicena, dejando que se disuelva. Luego agrega el resto de la salsa de soja, el vino de Oporto, los dientes de ajo machacados, el jengibre finamente picado, el azúcar o la miel y mezcla todo bien hasta que todo esté bien mezclado. Reserva.

Luego, pon un wok al fuego con un poco de aceite de sésamo. Calentar bien y agregar el pollo, sofreír. unos minutos. Cuando el pollo comience a colorear, agrega la mezcla anterior y déjalo cocinar por unos minutos, para que el pollo gane sabor y la salsa espese un poco.

Sirve con arroz basmati y verduras salteadas.

¡Buen provecho!