Hoy mi esposo cumple 42 años.
Cuando me preguntan por qué me esfuerzo tanto para hacer las fiestas que hago normalmente, y si eso no me cansa … Cuando hablan de trabajo, tener que limpiar y limpiar todo … Siempre respondo que hay que aprovechar eso. día, porque no sabemos mañana, porque no sabemos quién puede irse mientras tanto, porque no sabemos los giros que tomará la vida … Aún a fines de enero, cuando Benedita tenía años, tuve esta conversación con algunos amigos. Que realmente tiene sentido aprovechar la oportunidad para celebrar con los que amamos, todos los momentos que nos regala la vida. Por eso no me importa tener fiestas. Siempre teniendo la casa llena. Para recibir amigos y familiares. Para hacer almuerzos que terminen a medianoche. Nunca me importa la casa sucia, los platos que no parecen terminar, con los mil juguetes esparcidos y los legos desmantelados …
Nunca me importa porque yo, porque nadie, sabe el mañana. Ese día en el que no podremos celebrar juntos. Nadie sabe si el año que viene, si todos estarán presentes la próxima vez, si todos estaremos sanos.
Aprovechar cuando podemos para ir de fiesta, para socializar, nunca ha tenido tanto sentido como ahora. Miguel seguirá celebrando 42. Habrá tarta y felicitaciones. Habrá llamadas de familiares y amigos. Estaremos.
Y creeremos que para el año, y en los demás, tendremos una fiesta aún más dura, porque sabemos que hubo un año en el que no puede haber fiesta. En mí no podemos reunir en nuestro espacio a los que amamos.
La próxima vez que pienses que una fiesta es mucho trabajo, que no quieres una casa sucia, que es mejor hacer algo más pequeño, recuerda cuándo querías celebrar y no pudiste. Incluso aprenderemos a disfrutar de las cosas buenas y sencillas que nos regala la vida. Que es vivir y estar con los demás.
Felicidades Miguel. Que este sea un feliz cumpleaños, más tranquilo, solo nosotros, pero nunca olvides celebrar y celebrar todas las demás oportunidades y momentos.